En el caso específico de Cataluña, debido a que el referéndum se realizó fuera del marco legal y porque, como resultado, no se ha llevado a cabo el diálogo nacional necesario, creemos que Cataluña no puede obtener la independencia en las condiciones actuales.
¿Por qué?
- El referéndum no se llevó a cabo legalmente; por lo tanto, sus resultados no se reconocen y la opinión popular sigue sin estar clara.
- Como resultado de esta ausencia de diálogo y un justo proceso democrático, la independencia podría causar disturbios sociales y daños económicos generalizados en Cataluña, España y en toda Europa.
¿Cuál es la postura de Volt para la autodeterminación de las regiones de Europa en general?
Distinguimos la cuestión general de la autodeterminación de las regiones, que interesa a muchos países europeos, del conjunto particular de eventos que se produjeron durante los últimos meses en Cataluña.
Volt aboga a que todo conflicto sobre la independencia de una región se lleve a cabo siempre dentro de la ley.
Volt Europa se opone a toda clase de nacionalismo, Volt Europa no aboga ni desea la independencia de Cataluña o País Vasco y está a favor del respeto hacia la legalidad vigente. El objetivo de Volt es la creación de una mejor Unión Europea federal. Creemos firmemente que la solución a los problemas no pueden venir mediante declaraciones unilaterales fuera de la ley. Sino que dentro de una UE federal el conflicto entre el Estado español y la Generalitat no tendría cabida.
Volt Europa no apoya ni incentiva la independencia de Cataluña o País Vasco y su transformación en Estados soberanos. Volt no incentiva que se hagan Referéndums de autodeterminación dentro de España.
Posicionamiento:
Con el objetivo de agrupar a todos los europeos para lograr el beneficio de todos y con la convicción de que juntos somos más fuertes, Volt Europa considera la secesión de un Estado miembro como último recurso. Por lo tanto, Volt Europa alienta encarecidamente a los Estados miembros a tomar todas las medidas necesarias para asegurar la plena representación de todos sus ciudadanos y a dar reconocimiento legítimo a las identidades y culturas regionales. En este sentido, Volt Europa anima a la gente a trabajar por una mejor convivencia y destaca la necesidad de un diálogo abierto e inclusivo entre las instancias locales, nacionales y europeas y de una legítima subsidiariedad y descentralización.
En caso de que falle un verdadero intento de diálogo, si es necesario con la intervención de un mediador, Volt Europa reconoce el derecho a la autodeterminación a través de la organización de un proceso pacífico, dentro la legalidad vigente y transparente que respete por completo el Estado de derecho y con una evaluación clara del resultado legal de la secesión, incluyendo las obligaciones financieras pendientes. Excepto en circunstancias excepcionales, que incluyan la violación de derechos humanos de forma evidente y a gran escala, una región no debería declararse independiente del Estado miembro unilateralmente.
Si existe un claro deseo de autodeterminación, por ejemplo, mediante una mayoría cualificada y con una participación suficiente, Volt Europa apoya la negociación del proceso de secesión entre la región y el Estado miembro al que pertenece dentro de la ley; si los esfuerzos de negociación genuinos y constructivos fallan o una de las partes los bloquea, Volt Europa recomienda la intervención de un mediador europeo, por ejemplo, el Presidente de la UE, que asegure que el proceso avance.
En caso de que la región autodeterminada también quiera dejar la UE, se iniciará un proceso de negociación con la Unión. Para las regiones que quieran permanecer en la UE, Volt recomienda la creación del estatus de “territorio de la UE”, en el que permanecerá temporalmente la región tras su secesión del Estado miembro y antes de su potencial adhesión como miembro de pleno derecho de la UE. Un territorio permanecerá sujeto a la legislación de la UE y tendrá que cumplir con las mismas obligaciones que un Estado miembro. Mantendrá los beneficios, como por ejemplo el acceso al mercado único y la libre circulación; no obstante, no podrá beneficiarse de la financiación e inversiones de la UE, su representación en el Parlamento Europeo no tendrá derecho a voto y no tendrá representantes en el Consejo. La decisión de admitir un territorio como miembro de la Unión sería similar al procedimiento de adhesión regular a la adhesión a la UE.